estrellas
Son las estrellas una patada de sinceridad. Una sonora y ubicua patada de realismo, en el centro mismo del equilibrio. Desnuda, su magnificencia intangible, el mísero acúmulo material que representa nuestro cuerpo obtuso y hemorrágico. Es su persistencia inquebrantable insolente al desear vigoroso y volátil que nos mueve. Y no es tan sólo una cuestión de dimensiones.
Es por ello que disfruto de la noche. Su fresco aroma concreto; sus claras metáforas. No bien trepa mi vista destemplada (o esperanzada, o angustiada, o ausente, …) a su vinílica exposición, a su inocuidad, me embaraza la más pétrea certeza acerca de la insolencia, la insignificante infamia de lo humano.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home