Hombre en el fango

Un hombre, su búsqueda. El fango, su entorno, realidad inmediata inevitable. El ejercicio de la prosa poética como búsqueda de sentido, y coherencia estética de la misma. Experiencia literaria. "Desde que la ciencia desconfía de las explicaciones generales y de las soluciones que no sean sectoriales y especializadas, el gran desafío de la literatura es poder entretejer los diversos saberes y los diversos códigos en una visión plural, facetrada del mundo" Italo Calvino.

30.6.05

un álamo, tres mujeres

Os lo digo, el álamo caminaba. Disfrutaba cada uno de los pasos que daba. El sonido de sus hojas, medio secas medio vivas, era el perfecto caminar de un trio de mujeres, por una calle de tierra, en silencio. Hacía falta tan sólo darle la espalda. Y mirar. Cerca, y a lo lejos, mientras el viento fresco acaricia el cuello desde el frente hacia la nuca, por la izquierda, con su mano destemplada.

A lo lejos el paisaje, el mundo.

Cerca, el terreno pedregoso, su vida: la piedra paciente, la planta en su afán incomprensible.

25.6.05

ciudad enorme

Conocí una ciudad tan grande como diez gritos de pánico. Y al mirarla, no sabían mis ojos como entender tanta insignificancia. Ni como justificar, el insólito mar de personas que continuamente la deshabita, la muerde, la alaba.
Las alcobas no eran muchas, eran suficientes. Y la tibia, la grácil y justa luz de la mañana, adornaba sin bochorno para todos las esquinas.
Yo fui un espectador ausente; viajaba lánguido de promesas por un túnel transparente, viajaba como en el viento, como prendido al viento, como un ave, o un muerto. Y desde aquél túnel inacabado conocí su grandeza insolente, aquella fuente de promesas, y su ambiguo y claro, su melódico, su simple, su desafiante aliento.

el fango

Impreciso de límites. Entorno eterno e inconfundible, por nuestra incapacidad para abarcarlo, entenderlo, conocerlo. El fango es el espacio, y es el tiempo. Es el fango la realidad inmediata, las (brutas, simples, maravillosas, sutiles, impredecibles, ...) pulsiones internas que el mundo en nosotros genera.
El fango nos trasciende, nos tapa más allá de las orejas, el fango nos da la vida y también nos la quita. Decide. Aprender del fango es volverse impredecibles, certeros, trascendentes, inmóviles, violentos. Aprehender del fango es imposible, somos efímeros.
Nada no es fango. Todo es, entonces, fango. Nada es nada, pues no existe.
El fango lo es todo, y no es nada, sin nosotros.

el hombre

Mamífero bípedo, pensante a veces. Terreno de la insólita y desgarradora experiencia de vivir, y enterarse de ello. Y cuestionarlo, y aceptarlo. Porque no existe el vacío o el sufrimiento, si no existieran también la plenitud o el placer, porque las cosas son definidas, cobran existencia, precisamente por su opuesto, por la existencia del polo antídoto que rompe el monótono elixir del aburrimiento; pero esto ocurre, decía, en el enjuto campo de nuestra propia carne, de nuestra propia conciencia. Es el hombre un patético amalgamamiento del mundo, tal y como lo desconocemos, y su cuerpo, plastilina de su alma.

18.6.05

a modo de justificación

Tan sólo algunas palabras, que intentan dar un marco, ni siquiera teórico, a aquello que hacemos. Porque todo es realizado, en mayor o menor medida, por y para algo, un fin a veces difuso, que tampoco está mal perder de vista. Y reencontrar. O no.

" desde que la ciencia desconfía de las explicaciones generales y de las soluciones que no sean sectoriales y especializadas, el gran desafío de la literatura es poder entretejer los diversos saberes y los diversos códigos en una visión plural, facetrada del mundo "
Italo Calvino.
Intentaré, mediante ejercicio prosístico, definir el mundo, mi mundo, mi entorno inmediato, parte de mi vida, mi vida, la vida.